jueves, 19 de marzo de 2015

75 años de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle

La naturaleza es la gran despensa de los venezolanos 


Una renovada junta directiva se adecua a las demandas que impone un país en el que abundan los problemas ambientales, requiere sincerar la educación más allá de las aulas e invertir en conocimiento científico para darle entrada a las nuevas formas de energía. Las líneas estratégicas acordadas pujan por alianzas que permitan seguir con la siembra que iniciaron sus fundadores




Alba Marina Gutiérrez
@albamarinavzla

En los años 40, cuando nació la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle (SCNLS), Isaías Medina Angarita era el presidente de Venezuela. El petróleo comenzaba a adquirir trascendencia. Se promulgó la Ley de Hidrocarburos (1943), un primer e importante paso político para normar la industria petrolera. La iniciativa contribuyó para apalancar el desarrollo de ese sector y del país. Y con estos avances, también, aparecieron los problemas ambientales y su impacto social, que para entonces, no fueron advertidos por una nación: analfabeta, rural y en cuyas aulas de clase se enseñaba ciencias naturales de otros países porque en Venezuela no existía conocimiento científico sobre su botánica (rama de la biología que estudia las plantas).

En ese escenario de ignorancia y carente de nociones básicas sobre la flora, frutos y los árboles del país; así como la ausencia de textos escolares, estudios y publicaciones científicas sobre el tema, llegan los hermanos de La Salle para encender las luces del conocimiento, abren camino a las ciencias naturales de Venezuela, promueven la investigación, la educación integral e inician una siembra de conocimiento científico que perdura hasta hoy.

Al respecto, la actual presidenta de la SCNLS, Liduvina Valderrama subrayó “tenemos mucho que agradecer a los Hermanos de La Salle, quienes guiados por una visión holística, fueron conscientes de que en la naturaleza y en la sociedad todo se entremezcla y relaciona. Este punto de vista marcó el génesis de la Sociedad, por eso nuestro trabajo es integral e interdisciplinario. Así se ha hecho y se continúa con esa siembra, en un semillero de niños y niñas que respetan la naturaleza desde temprana edad y descubren a Venezuela desde su relación con los espacios verdes, la biología y las ciencias naturales”.

Con el lema Ad Deum Per Naturem (Para Dios por medio de la Naturaleza) han construido los valores que comparte esta Sociedad. Por eso, la actual junta directiva está convencida de dar respuestas a los nuevos desafíos que demanda la Venezuela del siglo XXI, empujada por las señales del desarrollo sustentable, la globalización, las nuevas tecnologías, los múltiples problemas ambientales y un fenómeno emergente como el cambio climático. Y apoyar a la Fundación La Salle, como lo hizo en sus inicios, al brindarle plataforma para que naciera hace 58 años.

“Estamos ajustando líneas de acción, planes y estrategias para responder a las necesidades actuales de nuestra Venezuela. Seguirá siendo clave la educación y divulgar el legado del Hermano Jesús Hoyos como la revista científica Natura –ahora- digitalizada (que a la fecha ha sido consultada por más de 35 mil usuarios de todas partes del mundo). Así como mercadear títulos impresos sobre flora tropical, árboles emblemáticos y arboricultura urbana, entre otros”.
Además, la Sociedad quiere promover los museos de la Fundación La Salle. También trabajan en la producción de libros para niños sobre los árboles de Venezuela, y el proyecto en construcción, Iniciativa Sol. Una propuesta institucional con visión integral sobre seguridad, orden y limpieza; dirigida al gobierno nacional, sector privado, academia y sociedad civil. Por otra parte, planifican una plataforma tecnológica para abrirse espacio y trascender las fronteras del país en las siguientes décadas. Mientras, contacten vía www.natura-digital.com ; el correo lasallescn@gmail.com y el teléfono (0212) 9858193.

Valderrama explicó que la Sociedad se financia con aportes de los egresados de los colegios La Salle, a quienes expresó su agradecimiento por ser consecuentes y comprometidos. También tiene alianzas con alcaldías y hubo con el Ministerio de de Educación para los textos escolares de primaria y bachillerato. Actualmente invitan a los sectores público y privado a incorporarse en sus proyectos.

Al cierre, la ambientalista, dijo “Las personas mostramos con nuestros actos lo que nos mueve desde adentro. 75 años después, Ad Deum Per Naturem significa tener presente a la naturaleza cuando se va a urbanizar o se construyen carreteras; supone proteger las fuentes de agua, reforestar, reducir los desechos, tratar con cuidado y respeto a los animales y al entorno donde vivimos. Cuando los visionarios Hermanos de La Salle, Ginés (el motor) y Hoyos (el científico) llegaron a Venezuela y se encontraron con tanta belleza natural, confirmaron que el hombre y la naturaleza somos iguales, que podemos vivir juntos y relacionarnos mejor. Ellos decían que la naturaleza es la gran despensa del hombre. Es cierto, fíjate que ella (la naturaleza) nos da todo: aire, agua, alimentos, vivienda y paraísos para recrearnos. Entonces, para agradecer ese privilegio, tratémosla con amor y respeto. Ese es el retorno digno que se da a una madre que ampara y provee a sus hijos de lo que necesita”.




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