75 años de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle
La naturaleza es la gran despensa de los venezolanos
Una renovada junta directiva se adecua a las demandas que
impone un país en el que abundan los problemas ambientales, requiere sincerar
la educación más allá de las aulas e invertir en conocimiento científico para darle
entrada a las nuevas formas de energía. Las líneas estratégicas acordadas pujan
por alianzas que permitan seguir con la siembra que iniciaron sus fundadores
Alba Marina Gutiérrez
@albamarinavzla
En los años 40, cuando nació la Sociedad de Ciencias
Naturales La Salle (SCNLS), Isaías Medina Angarita era el presidente de
Venezuela. El petróleo comenzaba a adquirir trascendencia. Se promulgó la Ley
de Hidrocarburos (1943), un primer e importante paso político para normar la
industria petrolera. La iniciativa contribuyó para apalancar el desarrollo de
ese sector y del país. Y con estos avances, también, aparecieron los problemas
ambientales y su impacto social, que para entonces, no fueron advertidos por una
nación: analfabeta, rural y en cuyas aulas de clase se enseñaba ciencias
naturales de otros países porque en Venezuela no existía conocimiento
científico sobre su botánica (rama de la biología que estudia las plantas).
En ese escenario de ignorancia y carente de nociones
básicas sobre la flora, frutos y los árboles del país; así como la ausencia de textos
escolares, estudios y publicaciones científicas sobre el tema, llegan los
hermanos de La Salle para encender las luces del conocimiento, abren camino a
las ciencias naturales de Venezuela, promueven la investigación, la educación integral
e inician una siembra de conocimiento científico que perdura hasta hoy.
Al respecto, la actual presidenta de la SCNLS, Liduvina
Valderrama subrayó “tenemos mucho que agradecer a los Hermanos de La Salle, quienes
guiados por una visión holística, fueron conscientes de que en la naturaleza y
en la sociedad todo se entremezcla y relaciona. Este punto de vista marcó el
génesis de la Sociedad, por eso nuestro trabajo es integral e
interdisciplinario. Así se ha hecho y se continúa con esa siembra, en un
semillero de niños y niñas que respetan la naturaleza desde temprana edad y
descubren a Venezuela desde su relación con los espacios verdes, la biología y
las ciencias naturales”.
Con el lema Ad Deum
Per Naturem (Para Dios por medio de la Naturaleza) han construido los
valores que comparte esta Sociedad. Por eso, la actual junta directiva está
convencida de dar respuestas a los nuevos desafíos que demanda la Venezuela del
siglo XXI, empujada por las señales del desarrollo sustentable, la
globalización, las nuevas tecnologías, los múltiples problemas ambientales y un
fenómeno emergente como el cambio climático. Y apoyar a la Fundación La Salle,
como lo hizo en sus inicios, al brindarle plataforma para que naciera hace 58
años.
“Estamos ajustando líneas de acción, planes y estrategias
para responder a las necesidades actuales de nuestra Venezuela. Seguirá siendo
clave la educación y divulgar el legado del Hermano Jesús Hoyos como la revista
científica Natura –ahora- digitalizada
(que a la fecha ha sido consultada por más de 35 mil usuarios de todas partes
del mundo). Así como mercadear títulos impresos sobre flora tropical, árboles
emblemáticos y arboricultura urbana, entre otros”.
Además, la Sociedad quiere promover los museos de la
Fundación La Salle. También trabajan en la producción de libros para niños
sobre los árboles de Venezuela, y el proyecto en construcción, Iniciativa Sol. Una
propuesta institucional con visión integral sobre seguridad, orden y limpieza;
dirigida al gobierno nacional, sector privado, academia y sociedad civil. Por
otra parte, planifican una plataforma tecnológica para abrirse espacio y
trascender las fronteras del país en las siguientes décadas. Mientras, contacten vía www.natura-digital.com ; el correo lasallescn@gmail.com y el teléfono (0212) 9858193.
Valderrama explicó que la Sociedad se financia con
aportes de los egresados de los colegios La Salle, a quienes expresó su agradecimiento
por ser consecuentes y comprometidos. También tiene alianzas con alcaldías y
hubo con el Ministerio de de Educación para los textos escolares de primaria y
bachillerato. Actualmente invitan a los sectores público y privado a incorporarse
en sus proyectos.
Al cierre, la ambientalista, dijo “Las personas mostramos
con nuestros actos lo que nos mueve desde adentro. 75 años después, Ad Deum Per Naturem significa tener
presente a la naturaleza cuando se va a urbanizar o se construyen carreteras;
supone proteger las fuentes de agua, reforestar, reducir los desechos, tratar
con cuidado y respeto a los animales y al entorno donde vivimos. Cuando los visionarios
Hermanos de La Salle, Ginés (el motor) y Hoyos (el científico) llegaron a
Venezuela y se encontraron con tanta belleza natural, confirmaron que el hombre
y la naturaleza somos iguales, que podemos vivir juntos y relacionarnos mejor. Ellos
decían que la naturaleza es la gran despensa del hombre. Es cierto, fíjate que ella
(la naturaleza) nos da todo: aire, agua, alimentos, vivienda y paraísos para
recrearnos. Entonces, para agradecer ese privilegio, tratémosla con amor y
respeto. Ese es el retorno digno que se da a una madre que ampara y provee a
sus hijos de lo que necesita”.
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